viernes, marzo 17, 2006

FELIZ CUMPLE 2006 !!!!!!!!!!

Estimados todos...ayer fue el cumpleaños número XX de mi madre querida y junto con saludarla públicamente, he querido publicar algunas fotos de lo entretenido que lo pasamos ayer en el restaurant Majestic, de comida Hindú (quedamos hecho bolsa de tanto comer!!!)
(PUBLICADO POR IGNACIO)

jueves, marzo 16, 2006

¡TODOS LOS DIAS SON IMPORTANTES!
Cuanta gente estará conciente que todos los días son importantes?
Cuantas personas recordarán con alegría en estos días, el día de su matrimonio?
1978, Marzo 17, Viña del Mar ( Tengo dos amigos que se casaron en la misma fecha: Oriana Torrens y su marido y Gaston Aguirre y la María Inés). Son las 9 de la mañana. Para ser Viña, bastante caluroso el día.
Quiero que se mantenga la temperatura, mi vestido tiene la mitad de la espalda descubierta.
Ah! para los que no están invitados (que son hartos, ya que solo hemos convidado 250 personas a la casa) hoy me caso por la iglesia.
Me levanté tipo 9 de la mañana. Mi mamá como sabén, por ella que no nos acostáramos, para que el aseo esté impecable, vienen los Cabezón y un monton de gente a la fiesta, es uno de sus tanto argumentos para sacarte temprano de la cama.
Aún no he hecho la maleta de Luna de Miel. ¿Que pongo?, da lo mismo igual mis papas me van a dar unos dolarcitos para comprarme ropa en Buenos Aires. Mañana a las siete de la mañana debemos estar en el aeropuero.
Al pobre Lucho no le ponen buena cara acá. Dicen que trae mala suerte que el novio vea a la novia ese día, pero nosotros no estamos ni ahí.
No sé como se me pasó la mañana, la cosa es que almorzamos, entre miles de personas ajenas a nuestra familia, que pululan por mi casa preparando los últimos detalle. No sé a quién se le ocurrió cubrir casi la totalidad del pasto con una especie de tablado de madera obvio, ( con patas para peor) que se ve espantoso. Suerte que Lucho atina, y pide que sea sin patas y la mitad tanto de ancho como de largo. Va a ver una orquesta. Entran un montón de instrumentos. En el reposteró seencuentra la torta de novia de cinco pisos. De tan fresca a comenzado a ladearse, La torre de Eifel es nada al lado de esta como va. Entre subidas y bajadas muy taconeadas de escala se escucha el grito horrorozo de mi mamá.
¡No hay matrimonio, la torta se cayó!! Después de la pelea que la torta le dió al águlo, la ley de gravedad fue ms fuerte y se volcaron los últimos tres pisos. Mi papá, llama a su amigo, ( el señor de la panadería de la calle Quillota con 13 norte), manda a su pastelero y decorador estrella, con killos de almendras. La p´rimera misión es recorger con sus propias manos desde las aseadas baldosas, los tres pisos desarmados, y armarlos nuevamente como si fuera arcilla (era el típico queque ingles, bastante mojado con licor, todo de primera y sobretodo fresquito) y cubrirlo nuevamente con mazapán elaborado delante de nosotros. La apuntalaron con toda clase de instrumental culinario para que al menos durara hasta que la partieramos.
Bueno me voy a la peluqueria, que atroz mi pelo, tan delgado y la idea es que me pongan flores naturales (de a una) colgadas en mechones a distintas alturas. Punpin ( La florería de Valparaíso ) aún no me la envían y la peluquera no tiene nada más que hacer. Las manos me las han arreglado dos veces, los píes igual (deben lucir y verse y sentir suavecitos). Mi papá manda de emisaria a una amiga de mi mamá para que me apure. Son las siete de la tarde, y aún debo vestirme y pintarme. El matrimonio es a las ocho en la Iglesia de Los Carmelitas.
Al fin!!!!, llegan las flores. Un drama. El pelo suave y sedoso no resiste ni el peso de la flor, ni el grosor del alambre. No hay como afirmar. Los minutos corren y la "emisaria" no puede volver a mi casa sin mi. Por fín todas las peluqueras juntas me pegan, corchetean, cosen y cocen cada una de las flores. La laca es un fijador bastante bueno en estas situaciones, el único problema es que las flores no lo aguantan y la mayoria queda mustia. TODO DE NUEVO. Por suerten quedaron unas pocas sin ocupar. Este peinado ya es mas "casual" y con menos primavera. Ha llegado el otoño y su viento se ha llevado más de la mitad de ellas.
Llego a mi casa y me encuentro a mi papá con su traje oscuro, cual príncipe, pero que su saludo es " Hasta el día en que te vas ha casar eres irresponsable".
No pierdo tiempo en contestarle y apurada subo los escalones de dos en dos a la pieza de mi mamá, donde, recostado sobre la cama luce mi hippiento vestido de novia. El sueño de toda mujer. (A excepción de las monjas, y así y todo lo dudo).
Sin ducharme, para no desarmar mi peinado, me maquillo bastante natural (Las bellas no necesitamos de mucha ayuda, y los burros nuevos tampoco) Me visto y le aviso a mi papá que ya podemos partir. Son exactamente las siete cincuenta y cinco.
- No es muy temprano, caminaremos por el pasillo
- ¡Papá! y para que me hicstes apurar tanto?
- Hoy, en la tarde a Lucho, mientras hacia su maleta para la luna de miel, se le perdieron las argollas, no sabes con tu madre como las hemos buscado, por toda la casa, y al final llegó tu hermana Katy, desarmo la maleta, ya como última alternativa, y ahí entremedio de la ropa estaban.
- Bueno. Y porqué te enojas conmigo, que tengo yo que ver?
- Caminemos no más. Más lento.
En eso estamos, cuando aparece la cuñada de la Katy, una chiquilla de unos treinta años, que veía el tarot. Venía a dejarme el regalo de matrimonio.
- Hola.
- Que lindo vestido.
- Cuando llegaron (típica pregunta idiota)
-Recién de hecho tenemos que ir a cambiarnos.
En eso conversamos un par de minutos, cuando de pronto me dice:"!Que lata que vas a durar siete años,¡ tan poco!".
Suerte que mis nervios, y el apuro de mi papá no me permitieron detenerme en esa fatal frase, pero cosa no ta rara, me quedó gravada en mi disco duro y no solamente jamás la olvidé, sino que en la medida que se acercaban esos "siete años" más temor sentía.
Bueno; la iglesia, flores, coro con laud (ese fue el regalo que le hizo la secretaria a Lucho). De la prédica no recuerdo nada, pero debe haber sido lo clásico.
Nuestro chofer, continuando con la tradición familiar, ( que siempre es un pariente) fue Memí quién además nos llevó a su casa, a fin de tomarnos las clásicas fotos de la pareja recién casada mirándose a los ojos, y que hoy tan comodamente, los salones de eventos disponen de una pieza especial, o de los maravillosos jardines, con el fin de evitar que los novios se muevan tanto.
La estadía de mi papá en la fiesta fue corta. Gracias a Dios que Carlos Cabezón ya era médico y Román estaba en tercer año, porque salió de la escena bastante temprano, por un ataque a la próstata, que según dicen es lo más desagradable y doloroso que hay, y más a un hombre que era extraordinariamente hipocondríaco. Pero alcancé a bailar mi vals.
En todo este revuelo, nunca dimensioné lo delicado de todo esto, por lo que mis recuerdos de mi fiestas son fantástico. El Indio Yeralde, un compañero de Lucho del colegio, seco para el piano, cada vez que la orqueta se tomaba su media hora de descanso, se sentaba al piano, y la música lograba prender a tanta gente, como a la mamá del Memi, la señora Gabriela, que se transformó en el "AS" de la noche bailando cual trompo con todo joven que pasara delante de sus ojos.
Cerca de las tres de la mañana, ya teníamos que irnos al Miramar. Al día siguiente nos esperaba el ansiado viaje. Me saque mi traje de novia radiante, y me planté unos pantalones burdeos de terciopelo, con un blusón crudo con lineas verticales del mismo color que el pantalón. Ah! se me olvidadaba el detalle de los zapatos. Unos suecos de 2 metros de altura.
Lo malo fue que se me olvidó traerme mis dolares para el ajuar y cuando me acordé ya era muy tarde. Estaba frente a una vidriera de la calle Florida.
Bueno los problemas por pequeños que fueran continuaron; Pepe nos facilitó su automovil Fiat Seat deportivo, y apurados llegamos al Hotel Miramar, (donde además estaba alojada toda mi familia santiaguina), sino que el "cacharrito, no partió de madrugada y debimos trasladarnos al hotel OHiggins a pedirle el auto a Don Román para así poder llegar al aeropuerto. Lo logramos.
Ah quiero contarles que la estúpida me fui como les dije anteriormente sin ni un peso a B.Aires, y no me atreví a pedirle a Lucho, por lo que agradecé eernamente su generosidad de cualquier regalo de ropa que me hiciera. Se vislumbraba un muy buen marido y muy generoso.
A la vuelta de nuestra luna de miel, agradeciendo los regalos recibidos, Lucho me pidió que le enviaramos a Rolando y la Katy una tarjeta porque se habían pasado con el regalo de casi US $1.000 que le habían entregado. ¡PLOP!!!!! ESE ERA MI AJUAR.

lunes, marzo 13, 2006

.....